Tu mirada inquieta
estaba, cuando se poso en la mía
hace tanto que nos mirábamos
,sin atención prestarnos.
Sin una palabra
pronunciada, hicimos un acuerdo,
unir nuestros pasos en
breves encuentros.
El silencio se rompió
cuando al fin tu melodía,
mi mente inundo.
Una sonrisa matutina me
mantiene ahora a la expectativa,
a veces somos tan solo
una charla amena
otras nos sumergimos en diálogos
profundos,
sin saber qué sentido
tiene,
solo el deseo latente, de
por casualidad encontrarnos
los pasos seguirnos y en
nuestro breve encuentro
acompañarnos.
S.L. Mellark
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