A veces eres un grito ahogado en mi mente
un impulso retenido en mi pecho
y un leve suspiro en mi interior.
Cada día junto a ti, tiene un matiz especial
a veces fantástico otras problemático.
soy feliz contigo,
y aun en nuestros momentos más difíciles
nunca me he sentido infeliz.
Eres mucho y no me alcanzan las palabras,
pero los sentimientos fluyen y se transforman
volviéndolas innecesarias.
Veo tu miedo, tus dudas
siento las mías también.
Ninguna alcanza a superar
este sentimiento,
la sensación de tenerte cerca
de tocarte y abrazarte.
Mi certeza, sigue pronunciando tu nombre.
S.L Mellark