Ayer me preguntaron si creo en el
amor, conteste que sí. También me preguntaron porque seguía creyendo en el
después de que yo misma he sufrido por su causa, así que tranquilamente
explique.
El amor no duele, no lastima, ni
hace sufrir. Somos las personas las que nos equivocamos al momento de amar y de
entregar nuestro amor.
El amor en realidad hace
maravillas, basta con que te mires al espejo, tú eres fruto del amor, de tus
padres, de tu madre, de tu padre. También lo puedes ver reflejado en la amistad
incondicional que nos brindan las personas a las que elegimos como amigos, en
las parejas que llevan años unidos, en la protección de los hermanos mayores o
la ternura con la que tratamos a los menores. Qué tal si piensas también, en la
poesía, los poetas le escriben al amor y lo hacen con amor o la música, cuantos
cantantes le han escrito al amor de manera maravillosa, lo hicieron porque había
amor en ellos.
El problema radica en que
elegimos mal, basamos el amor hacia una persona en espejismos. Entregamos
nuestro amor a quienes no saben valorarlo. Pero sobre todo, nosotros mismos
podemos ser los que no sabemos amar y valorar, por ello lastimamos a quienes
nos aman de verdad.
Cuando una persona sufre a causa
de otra que la lastimo, generalmente no compadezco a la parte afectada, se que
esa personita que hoy está sufriendo por alguien que simplemente la abandono,
le fue infiel o la lastimo, saldrá adelante poco a poco, aprenderá y será capaz
de amar más y mejor a quien llegue a su vida en el futuro. A quien compadezco
es a la persona que afecto, a la que jugó o provoco dolor en otra, esa clase de
individuos, son los que no saben amar, tal vez ni siquiera saben amarse a sí
mismos. Van a ir por la vida haciendo lo mismo y posiblemente nunca se den una
verdadera oportunidad de sentir, de disfrutar, de amar.
Esta vida, me ha enseñado de las
maneras más fuertes y más sutiles, que las oportunidades nunca se desaprovechan
seas tú quien la tome o no, alguien lo hará. Si alguien te lastima es porque tu
le diste el poder de hacerlo y es válido que lo hayas hecho, pero si te sigue
lastimando no es válido, porque eres tu quien así lo quiere, eres realmente tu,
quien se está lastimando.
Me gusta amar, enamorarme, no
solo de las personas, también de mi profesión, de mis escritos, de la música, del
arte, de un lugar. Esa sensación maravillosa de querer hacer y deshacer es
inigualable.
Por eso, aun después de todo lo
vivido, de las muchas lagrimas derramadas y errores cometidos, puedo decir que
NO TEMO VOLVER A AMAR, siempre que se trate de AMOR, estaré lista para él.
Sun-Mi L. M.