sábado, 11 de mayo de 2019

No apuesto nada

Desde que te vi pude sentir la conexión,
estabas tan seguro de ti delante de mi;
una sonrisa nos abrió el paso a la mirada que nos atrapó.

No apuesto nada, ni nada tengo aun.

Después de una larga caminata el césped nos invito a estar de frente, tan extraños en aquel momento pero con el inevitable deseo de conocernos.

No apuesto nada, ni nada tengo aun.

Tomamos un café endulzado con una suave charla, la música de fondo nos alimentaba el alma, mientras las miradas tímidas se cruzaban y robotaban de un lado a otro.

No apuesto nada, ni nada tengo aun.

Un abrazo de despedida y la risa que al final cerró el día, nos recordó lo extraños que somos y lo cercanos que podemos llegar a ser.

No apuesto nada, ni nada tengo aun.

No hay comentarios:

Publicar un comentario